Creo que formo parte de la opinión generalizada al decir que el jardín de una casa es una de sus partes más importantes. De acuerdo, ni dormimos, ni cocinamos, ni (dios mediante) lo usamos como cuarto de baño, aunque pueda servir para todas esas cosas; sin embargo, ofrece algo que el resto de nuestro hogar no puede: aire libre, rodeado de plantas y otros seres vivos, un espacio más o menos abierto.
Un jardín no se decora como un interior, y en general no somos tan exigentes como con el estilo que guardamos bajo techo. En general somos más prácticos y menos quisquillosos, aunque también hay que tener en cuenta factores clave como el espacio disponible y si queremos guiarnos por algún patrón o respetar alguna temática específica: que si un jardín zen, que si un estilo más propio de los jardines clásicos europeos, que si un espacio de juego para los niños...
Es posible que debamos comenzar por las plantas si no están ya allí viviendo, el verdadero elemento de fondo de un jardín que se precie de serlo. Unos setos en la linde de nuestra propiedad ofrecen las mejores posibilidades para darnos una fresca intimidad, un césped verde y mullido convierte un suelo en una alfombra, un árbol puede darnos una exquisita sombra o una deliciosa fruta...