En el artículo anterior hacíamos referencia a algunos aspectos básicos para tener una oficina armoniosa y con estilo. Haciendo un resumen, en la exposicion naterior, hacíamos referencia a la importancia del orden, la buena luminosidad, la practicidad de los muebles... todo para que tu oficina sea un lugar agradable donde trabajar y
sacar adelante un negocio propio o ajeno.
En este nuevo capítulo comenzaremos por hablar de la importancia del uso de piezas de ordenación dentro de la oficina. Un mueble práctico para mantener el orden puede ser una estantería con huecos de diferentes tamaños. Visualmente es
mucho menos cargante tener archivadores ordenadors en fila, por colores, por fechas... que agruparlos encima de una mesa. Existen diferentes tipos de estanterías y por eso, podemos elegir la que mejor se adapta a lo que necesitamos.
Si tenemos muchos archivadores, carpetas con anillas por ejemplo, quizás deberíamos plantearnos colocar un mueble con una
estructura robusta y desechar la idea de colocar una estantería de plástico o metal convencional. Estéticamente además, es más bonita la primera opción que la segunda. Pero como digo siempre, eso es cuestión de gustos y de las necesidades concretas de cada uno.
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Atención al cliente[/caption]
Acierto con el color
La
elección del color de la estancia es sumamente importante. Según qué color elijamos, nuestro trabajo en la oficina será más o menos productivo, nos sentiremos más agusto, podremos relajarnos en un momento concreto... Aunque realmente parezca un detalle sin importancia, deberemos dejar de lado el criterio de gusto personal y deberemos tomar en cuenta otros aspectos como el significado.
El azul por ejemplo es un color que te hace
trabajar y producir mejor. Si tu trabajo es muy estresante y necesitas relajarte un poco en la oficina, lo mejor será elegir entre el verde o el gris. Si en cambio, tu trabajo consiste en ser muy creativo, tu color será el morado. Para mantener el ánimo arriba, deberás pintar las paredes de amarillo o naranja.
La mesa siempre lista para recibir
Es muy importante que cuando los clientes abran la puerta, lo primero que vean sea una cara sonriente que les reciba con cordialidad. Por eso, la mesa de trabajo en la que estaremos sentados deberá estar colocada
frente a la puerta de entrada. De esta manera, desde el principio, el cliente tendrá un contacto visual directo con nosotros.
Además, esta mesa no deberá estar precisamente hecha un caos, necesitará orden, no podrá estar atiborrada de papeles que no sabemos dónde dejar. Es
la primera imagen que captará el cliente cuando nos conozca y hay que cuidar que el ambiente no esté cargado visualmente hablando.