No solo los muebles de la casa siguen tendencias, los platos y los vasos también lo hacen. Desde las
vajillas de diario hasta las que utilizamos en días más especiales, todo lo que ponemos sobre la mesa también sigue los dictados de la moda.
Una vajilla de calidad y clásica siempre tendrá su lugar en un comedor. No hay duda de que la porcelana de calidad se revaloriza con el tiempo y de que incluso en casas muy juveniles, sacar de vez en cuando los platos de la
vajilla de la abuela es un todo un placer y un precioso contraste.
Pero si necesitas renovar ahora tu loza, voy a ponerte al día sobre lo que más se lleva a día de hoy en las mesas más modernas.
Moderna pero sin estridencias
A no ser que puedas permitirte cambiar a menudo tus platos, lo ideal es comprar una vajilla moderna, pero
sin demasiadas excentricidades que puedan llegar a cansarte o que puedan quedar fuera de lugar en muy poco tiempo.
Aunque se llevan los platos de
formas originales, una vajilla con piezas triangulares o con platos muy desiguales puede ser complicada de guardar. Lo ideal es dejar estos platos o bandejitas más originales para los entrantes y comprar formas más clásicas para el resto.
Sin duda lo que se impone en los últimos años para las vajillas de diario es la sencillez. Ya no se llevan aquellas vajillas con tantos accesorios que necesitaban de un armario para guardar todo. Ahora se reducen en muchos casos a platos llanos, platos hondos y de postre. Las
bandejas para aperitivos y entrantes no tienen por qué ir a juego con estos aunque evidentemente debe de haber una sintonía en los colores.
Colores y formas
Aunque siguen estando presentes las vajillas en
tonos flúor, se imponen los colores más discretos y se dejan los detalles más vivos para los manteles y los adornos de la mesa. Los fondos blancos con motivos en verde o en azul natural son preferibles a los dorados, los cobalto o los negros que tan de moda estuvieron hace unos años.
También siguen de actualidad los platos de
colores diferentes. Mientras el plato llano es de un tono más neutro, el plato hondo o el de postre pueden ser más alegres y hacerse destacar.
El juego de café, al igual que las bandejas de aperitivos, no tienen por que ser de la misma vajilla y con esto nuevamente podemos improvisar con las formas. Se llevan las tazas y los platos de diseños
originales y sorprendentes.