La luz de las velas se ha considerado siempre
símbolo del romanticismo. Un ambiente iluminado por velas sugiere calidez, intimidad y dulzura.
En los últimos años este tipo de decoración ha crecido como la espuma y ahora es fácil encontrar toda clase de
velas olorosas y con multitud de colores.
Pero aparte del olor y color de las velas que pongamos, una de las cosas que más
llamará la atención es el soporte donde la coloquemos.
Luz de colores
Desde el típico
plato o vasito decorado hasta candelabros y vasijas. Hay una gran variedad de soportes para velas. Las hay para todos los tamaños, pequeño, mediano o grandes.
Podemos usar vasos con
cristales ahumados o con colores que darán a la estancia una luz muy particular, que podremos modificar cuando queramos con sólo cambiar el color del vaso.
Formas luminosas
Las farolillos con ventanas de distintos diseños que producirán reflejos con forma decorativas en las paredes y los muebles.
Los
quemadores de esencias también nos aportarán luz y un olor intenso que nos crearán un ambiente agradable y luminoso.
Flotando en el agua
Pero hay dos grandes ideas que provocarán no sólo que la iluminación se acentúe con delicadeza, sino que sea
innovador y curioso. Una de ellas es las
velas flotantes en decoraciones de agua, como si fueran nenúfares incandescentes.
Para ello necesitaremos una
pecera decorativa, que no sea muy alta y si es alargada y de cristal fino mejor. En el fondo colocaremos unas piedras, unas blancas y otras con vetas. Y en la superficie una o varias velas flotantes de varios colores que resalten con las piedras del fondo.
Velas en las alturas
La otra idea es colocar las
velas colgando del techo o de las paredes, como la vela de la foto que ilustra este post.
Al hacerlo hay que tener en cuenta el peso de lo que vamos a suspender porque necesitamos que
los anclajes aguanten el peso del soporte y la vela juntos. Recordad siempre que las velas son peligros en potencia si se vuelcan y prenden algo.
Imaginar y crear
Podemos colgar
farolillos metálicos con formas redondas o cuadrangulares. Utilizar diseños tan sofisticados como la
lágrima de cristal que os muestro en el post. O diseñar nuestro propio espacio flotante.
Por ejemplo, podemos usar un platillo como los de las balanzas y colgarlo del techo, o sujetar
una palmatoria o un quinqué antiguo por el asa a la pared o al techo y utilizar velas alargadas en el lugar de la mecha.